El objetivo fundamental de este tipo de cajas de ahorro es la ayuda mutua entre una comunidad de trabajadores. Están formadas por los empleados de una empresa, se capitalizan con el ahorro colectivo de los mismos trabajadores, y son administradas por un comité técnico que usualmente está formado por ejecutivos de la misma empresa y/o miembros de los mismos trabajadores. Dependiendo de las políticas y reglas que se configuren para la operación de cada caja, la participación y “cuotas” son voluntarias y descontadas directamente por nómina, se puede contar con diferentes plazos para ahorrar y los afiliados obtienen la posibilidad de solicitar préstamos bajo condiciones y tasas de interés muy preferenciales.
Las Cajas de Ahorro de Trabajadores, se encuentran administradas por un Comité Técnico (formado por ejecutivos de diferentes áreas de la empresa) y cuentan con una personalidad jurídica (que puede ser una Asociación Civil o un Fideicomiso). ¿Y dónde quedó la empresa? Bien, la empresa no tiene injerencia en la Caja de Ahorro más allá de otorgarle su aval moral, verificando que cumpla con los requisitos de las leyes fiscales correspondientes y limitando su función a retener las aportaciones de los trabajadores para entregarlos a la caja.
Comité técnico
En el comité recae el gobierno de la caja, es decir, la definición de su reglamento y de sus políticas de operación, las medidas de seguridad, la autorización de los préstamos, el vigilar que toda decisión que se tome sea en beneficio del trabajador y supervisar las operaciones financieras de resguardo y transferencia de recursos. ¿Y con esto el dinero de los trabajadores está seguro? La respuesta es sí siempre y cuando la caja de ahorro esté debidamente conformada, y dependiendo de su personalidad jurídica, que su operación esté vigilada y regulada por la directiva de la Asociación Civil, o que sus operaciones se encuentren normadas por el reglamento del fideicomiso.
Un ejemplo representativo de este tipo de normas es que el dinero sólo puede entregarse directamente a cada trabajador de acuerdo al saldo que mantengan en sus ahorros, por lo que es imposible tanto para un miembro del comité como para algún alto ejecutivo de la empresa tomar dinero de las cuentas de los trabajadores.
¿Cómo se protege el dinero de los trabajadores?
La Personalidad Jurídica
La Caja de Ahorro de Trabajadores se constituye con una personalidad ajena a la de la empresa, esto nos habla de su independencia hacia la empresa misma, lo cual significa que la empresa no puede disponer del dinero que tenga el trabajador en la caja de ahorro aún y que éste tuviera algún adeudo con la empresa, los dueños o altos directivos no pueden tomar recursos de la caja, y que aun yéndose la empresa a la quiebra, el dinero de la caja quedaría intacto para entregarse directamente a los trabajadores durante el proceso de liquidación (es decir, cierre) del negocio.
Morosidad
Los préstamos se descuentan directamente vía nómina, así que no es sencillo que un trabajador cayera en una situación de falta de pago. Y aún en el caso de que se fuera a dar de baja al empleado, cualquier adeudo que éste tuviera con la caja se cubriría con su liquidación, entregándosele el saldo que tuviese en sus cuentas de ahorro.
Regulación fiscal
Las cajas de ahorro para trabajadores gozan de diferentes beneficios fiscales para el empleado, siendo uno de los más interesantes el que ni los intereses pagados a los ahorradores ni los cobrados a los deudores generan impuestos, de manera que en la práctica la ganancia o rendimiento que se obtiene es mayor con respecto al mercado y el costo de la deuda es menor respecto a otro tipo de instrumentos de ahorro o financiamiento semejantes.
Sin embargo, para que lo anterior sea posible, es necesario que la caja cumpla con diferentes leyes y normas dispuestas por la Secretaría de Hacienda (SHCP), como por ejemplo la Ley contra el Lavado de Dinero. En conclusión, si bien es cierto que una Caja de Ahorro de Trabajadores no es regulada por la CONDUSEF, sí tiene obligaciones de cumplimiento ante las autoridades, siendo a su vez supervisada y vigilada por las directivas tanto de la Asociación Civil y como de la propia empresa.
Algunas ventajas adicionales que pueden tener alunas cajas de ahorro son:
Se pueden pagar algunos servicios.
Suelen tener rendimientos superiores a otras instituciones públicas (Cetes, Bonddia) o privadas como cuentas de ahorro en bancarias, SOFIPOS, etc. Por ejemplo, en la caja de ahorro de la empresa donde labora un servidor el ahorro a 1 año tiene actualmente una tasa del 15.86%.
Generalmente manejan tasas de interés menores a otras instituciones de crédito.
Los créditos están libres de comisiones y recargos.
Facilidad de pagar el crédito debido a que se descuenta directamente de la nómina.
No retención de IVA para créditos o ISR para ahorro
Pueden tener diferentes plazos de ahorro (vista, 1 mes, 1 año, etc.)
Las aportaciones se realizan vía nomina por lo que es una forma de evitar caer en tentación de gastar el dinero antes de ahorrar.
Puede servir para generar disciplina financiera en el trabajador.
Si dejaras la compañía y, por tanto, se te entregase el saldo total en tu cuenta incluyendo intereses, no se te retendría un peso de impuestos.
Lo anterior es muy valioso, ya que, a diferencia de las herramientas anteriores, no estás limitado a ciertos objetivos o cierta edad (como en los Planes Personales de Retiro, Afores o fondos Educativos).
Desventajas
No están reguladas por la CNBV ni los ahorros se encuentran vigilados por la CONDUSEF. Es la propia empresa y/o el comité técnico los que garantizan a los trabajadores sus ahorros.
Generalmente piden tener algún tiempo como empleado en la compañía y/o contar con varios meses ahorrando para ser sujeto a aprobación de un préstamo.